Durgama Takeover

Yojimbo se había estado quejando que esa mañana se le había caído la campana de su motocicleta, Según él un claro sigo de mala fortuna, según Akihiro solo una tonta superstición de motociclista. Dos balas habían dado al chasis mientras que una le perforó el pecho; Yojimbo tenía razón, mala fortuna. Akihiro se mantuvo parapetado tras un muro, rogando que la mala fortuna se detuviese ahí. ¿La respuesta? Un enorme simio en armadura, comenzó a dispararle, dandole a los muros. Akihiro desenfundó más rápido de lo que pensó y presionó el gatillo de su pistola breaker. Un disparo limpio al oni, pero ni eso lo detuvo. Más balas son escupidas del cañon del simio, respondidas por Akihiro y su pistola; suerte, aún nada le había dado. El mono armado retrocede saliendo de la vista de Akihiro, pero aún así le dispara. Recién en ese instante Akihiro se da cuenta que no estaba solo, pues a sus espaldas la bella Kuroshi también había desenfundado y disparado, escuchandose el caer de un cuerpo como respuesta a su bala.
Un instante de calma, un respiro... pero no fue más que eso. Menos de 5 metros más allá apareció otro simio armado desde detrás de un muro, y como quien entra en un salón de té, con calma presionó el gatillo, vaciando disparos en contra de Kuroshi y él mismo. Las pistolas breaker volvieron a responder el fuego.
Solo sintió un golpe en el pecho antes de caer de espaldas al piso. En su último instante de conciencia vió a Kuroshi también derribada al costado de su moto y pensó "Si, hoy hubo mala suerte".